Así es Isla de Man, el circuito más peligroso del mundo

Sin ningún género de dudas, se trata de la prueba de motor más difícil del mundo, donde los pilotos se juegan literalmente la vida con la intención de conseguir entrar en la historia

Si no te gustan nuestras reglas, sale un barco cada media hora“: este es cartel que reza en el puerto de Douglas, capital de la británica Isla de Man, donde se celebra la carrera de motociclismo más anacrónica y peligrosa del mundo. No en vano, esta prueba ya se ha cobrado la muerte de 254 pilotos en 110 años de historia: correr a velocidades superiores a los 300 km/h entre muros, bordillos y guardarraíles le otorga una aura especial y temeraria que atrae a muchos deportistas.

Durante catorce días de competición, los pilotos se afanan en hacer el mejor tiempo en esta prueba contrarreloj en un circuito que consta de 60,67 kilómetros y que está formado por carreteras que cerradas al tráfico. La tradición lo convierte en una de esas carreras que los amantes del motor no quieren perderse, pero cuya leyenda aumenta por culpa de la peligrosidad con la que cuenta: en la edición de 2017, otros dos pilotos han perdido la vida en sus carreteras.

 

“Si no te gustan nuestras reglas, sale un barco cada media hora”: este es cartel que reza en el puerto de Douglas, capital de la británica Isla de Man, donde se celebra la carrera de motociclismomás anacrónica y peligrosa del mundo. No en vano, esta prueba ya se ha cobrado la muerte de 254 pilotos en 110 años de historia: correr a velocidades superiores a los 300 km/h entre muros, bordillos y guardarraíles le otorga una aura especial y temeraria que atrae a muchos deportistas.

Durante catorce días de competición, los pilotos se afanan en hacer el mejor tiempo en esta prueba contrarreloj en un circuito que consta de 60,67 kilómetros y que está formado por carreteras que cerradas al tráfico. La tradición lo convierte en una de esas carreras que los amantes del motor no quieren perderse, pero cuya leyenda aumenta por culpa de la peligrosidad con la que cuenta: en la edición de 2017, otros dos pilotos han perdido la vida en sus carreteras.

El Tourist Trophy de la Isla de Man se ha cobrado en su edición de 2017 las vidas de el piloto británico Davey Lambert (48 años) y del holandés Jochen Van den Hoek (28 años). El primero de ellos falleció el pasado martes, en la que era su primera participación en la prueba; el segundo, ha sido este mismo miércoles, tras una caída durante una de las carreras. Estos dos pilotos se suman a los más de 250 que han perdido su vida en estas infernales carreteras.

Primero como prueba individual y después como parte del Mundial de Motociclismo, no sería hasta el brutal fallecimiento de Gilberto Parlotti en 1972 cuando los pilotos se rebelaron contra la prueba, consiguiendo que el Gran Premio de Inglaterra se celebrara en Silvestone. Sin embargo, esta mítica prueba no perdió su tradición y ha seguido disputándose hasta la actualidad, en la que competir a altas velocidades por terrenos muy peligrosos sigue siendo su gran reclamo.

Evidentemente, la seguridad de las motos ha aumentado con el paso de los años pero también lo ha hecho su velocidad. Para ejemplo, un simple dato: en 1920, la velocidad media del ganador de la prueba fue de 89,51 km/h; en la actualidad, las velocidades medias superan los 212 km/h. E, incluso, en algunos tramos del circuito, se llegan a superar puntas de 300 km/h. Todo esto por la Ruta Snaefel, una carretera de montaña de trazado urbano repleta de peligros.

Y es que en sus más de 60 kilómetros de trazado, las escapatorias son nulas, lo que provoca que un accidente a tan alta velocidad suela tener consecuencias desastrosas. Especialmente, si tenemos en cuenta que el circuito está plagado de desniveles, de acantilados, edificios, rocas, bordillos, árboles, vallas y todo tipo de elementos que podamos imaginar. Como cualquier carretera de una pequeña ciudad, pero circulando a más de 300 kilómetros por hora.

Y es precisamente este encanto el que hace que, pese a la peligrosidad, sean cientos los pilotos que cada año deciden acudir a la Isla de Man a competir en tan arriesgada prueba. Saben que ponen su vida en juego, pero poder ganar una de las pruebas más prestigiosas del mundo del motor les hace acudir año tras año: y, si no, que se lo digan a Joey Dunlop o John McGuinness, capaces de ganar 26 y 23 veces, respectivamente, esta increíble prueba.

En la actualidad, el TT de la Isla de Man acoge diversas categorías: Senior TT, Superbikes TT, Superstock TT, Supersport TT, Lightweight TT, Sidecar TT y TT Zero y las pruebas duran dos semanas: seis días de entrenamientos libres y clasificación, cinco días de práctica de carrera y cuatro días de competición. Así es la famosa prueba de la Isla de Man, donde las curvas y las altas velocidades, salpicadas de infinidad de obstáculos, le otorgan un aura única en el mundo.

 

Fuente: El confidencial.com

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